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Foto del escritorAna Sofía Arteaga

¿Cómo hemos logrado que nuestros hijos lean?

Actualizado: 12 sept 2021

Muy seguido nos preguntan cómo hemos logrado que nuestros hijos lean como lo hacen. Y es que el mayor (10 años) puede leer un libro de 240 páginas en menos de cinco días y tiene prácticamente la nariz metida en un libro la mayor parte del tiempo. La de 6 empieza a leer y ya empieza a pasar horas descifrando libros mientras que el de 4 es feliz pasando las hojas y viendo los dibujos. Les quiero compartir ¨nuestro secreto¨:

  1. Ofrecemos variedad. A pesar de que no compramos libros, tenemos muchos en casa para que siempre haya opciones diferentes. ¿Cómo es que los tenemos? Me he encargado de decirle a mis amigas con niños mayores que nos encantaría recibir los libros que ellos ya no utilizan y les llegan a estorbar en casa. Esto ha causado que a casa lleguen cajas enteras de libros heredados que son muy bien recibidos. Si tienes amigos, familiares con niños mayores hazles saber que te encantaría recibir los libros que ya no utilizan. Otra forma de ofrecer variedad es organizar un intercambio temporal de libros con amigos que tengan hijos de edades e intereses similares. Puedes comprar cinco libros al año y organizarte con cinco familias por ejemplo. Una vez que tus hijos hayan terminado de leer los libros puedes intercambiarlos con alguna otra de las familias. De esa manera cada uno de los niños tendrá veinticinco libros diferentes por leer.

  2. Nosotros les leemos a ellos. Hay una frase que dice que los niños se hacen lectores en los regazos de sus padres. En nuestro caso, buscamos un libro infantil que a nosotros nos llama la atención también o que nos puede ayudar a trabajar cierta área en específico con alguno de los niños, buscamos unas almohadas, cobijas y nos echamos en el sillón a leer con ellos el tiempo que se pueda. A los niños les encanta y es una muy buena manera de pasar un rato aunque a veces sea solo en el fin de semana.

  3. Visitamos la biblioteca o librería al menos una vez a la semana. Somos muy afortunados en tener cuatro bibliotecas públicas a menos de 20 min de casa. Así que una vez a la semana visitamos alguna de ellas durante un par de horas y los niños sacan nuevos libros.

  4. Tenemos pocas actividades extraescolares. Por diversas razones hemos decidido limitar las actividades extraescolares por las tardes lo que les da tiempo de tumbarse en un sillón a leer.

  5. Establecimos lugares cómodos donde pueden leer y donde tienen libros a la mano. En sus cuartos hay sillas tipo “pufs” y lámparas así como pequeños libreros que hemos instalado en las paredes (tipo especieros de cocina) con libros diferentes para que siempre tengan uno a la mano.

  6. Tenemos una sola televisión en casa y su uso está muy limitado. No se ve televisión ni se usan pantallas antes de ir a la escuela así que las opciones que quedan son jugar o leer un libro. Por lo general escogen la última opción.

  7. No vemos películas en el coche. Por alguna extraña razón mis hijos no se marean al leer en el auto en movimiento, así que prefieren la lectura de un libro al aburrimiento del camino (es el caso del de 10 años, porque la de 6 disfruta de hablarme sin parar todo el trayecto).

  8. Dejamos el uso de tabletas y el celular de mamá para momentos muy limitados. Si vamos en el coche, tenemos que esperar que salga alguno de los hermanos de una clase o actividad o esperaremos a que nos reciba el dentista, pediatra etc, cada niño sabe que debe de llevar un libro para pasar el tiempo ya que no habrá otra manera de distraerse.

  9. Hacemos rotación de libros. Con cierta periodicidad (cada tres meses por ejemplo) tomo los libros que están a la mano, los pongo en el librero de más difícil acceso y los sustituyo por libros “nuevos” que estaban en el librero. No tienen que ser nuevos de verdad, a ellos no les importa releer la misma historia que hace seis meses. A ellos les encantará volver a leer ciertos títulos (¿te acuerdas cuando a los dos o tres años te hicieron leer el mismo libro cientos de veces?) y siguen formando el hábito de la lectura. Además, leer varias veces el mismo libro aumenta el vocabulario y ayuda a comprender los contextos de manera más fácil.

  10. ¡Ponemos el ejemplo! En casa los adultos también disfrutamos de la lectura y estamos constantemente leyendo (libros de la biblioteca, ebooks, libros prestados, etc). Lo que estamos leyendo nosotros está a la vista de los niños y ellos han aprendido a preguntarnos qué estamos leyendo y eso nos permite compartirles lo que vamos aprendiendo, reflexionando, etc.

Algo muy importante es que no debes de confiarte en cualquier libro. Es importante que revises comentarios en foros en línea, escuches los comentarios de otros papás o niños que ya lo hayan leído y en la mayoría de los casos que leas tú mismo los libros para que puedas acompañar a tu hijo y asegurarte de que el libro promoverá los mismos valores que se están promoviendo en la familia!

Nunca es demasiado temprano, ni demasiado tarde para fomentarles el amor a los libros, así que a poner en práctica estos consejos para que tus hijos desarrollen el hábito de la lectura y se enriquezcan con todos los beneficios que aporta.

Saludos! Ana Sofía Arteaga


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